sábado, 25 de octubre de 2008

La cuestión ética fundamental

Por Miguel Fasiña

Todo psicólogo con cierta experiencia se hizo en algún momento, directa o indirectamente, la pregunta fundamental: ¿Es ético cojerme a mi paciente?
Y aunque parezca una cuestión trivial, involucra muchos considerandos que pueden convertirla en un gran problema. De hecho hay bibliotecas enteras escritas al respecto y a nadie la falta una opinión formada.
Este artículo se propone indagar la materia a fondo, analizar las variables más frecuentes para finalmente poder responder con absoluta seguridad la pregunta que nos compete: ¿Cojer o no cojer?

CONSIDERANDOS:
¿Influye el nivel de calentura del analista? ¿Por qué hacer caso omiso a los deseos del paciente? ¿No sería mucho más terapéutico presentarle un “objeto bueno” (u ojete bueno)? ¿No es el contacto físico un medio de comunicación al igual que la palabra? (¿No vale tanto una interrogación al inconsciente como una agarrada de culo?) Y finalmente: ¿no resulta altamente terapéutico proveerle al paciente, aparte de una cura mental, un placer sexual? Cuidado: no confundamos altruismo con pasaje al acto, o calentura con pulsión no sublimada.

Primero que nada, vale preguntarse ¿y por qué no? Y la respuesta que mayor consenso tendría en la actual comunidad sería “porque dañaría al paciente, se rompería el encuadre, imposibilitaría el vínculo transferencial”, etc. Sin embargo, ya no vivimos en la época Victoriana de Freud y ya “no da” seguir con tanto planteamiento superyoico. A ver si experimentamos nuevas posibilidades terapéuticas, abrimos las piernas del futuro y encajamos en la terapia el buen pedazo de teoría que se nos escapa con tanta represión infundada ¿o acaso alguien actualmente sigue utilizando el método de la hipnosis de Freud, los electroshocks de Watson o las agujas en los pezones de Lacan?

Desde ya que una supervisión se hace estrictamente necesaria, no sea cosa que uno coja mal y eso genere una transferencia negativa. A veces puede hacerse necesario contar con la estrategia de las escansiones (el famoso “hoy cortamos acá”) a los pocos minutos de darse cuenta de que el paciente no la está pasando bien (pero siempre teniendo en cuenta los efectos negativos del coitus interruptus como la neurastenia y los dolores testiculares).
También se abrirían nuevos horizontes para la clínica, como por ejemplo penetrar al paciente e inmediatamente después preguntarle: “¿Y a usted qué le parece?”

En cuanto a la compulsión a la repetición: ¿Qué ocurre cuando el sexo en la terapia se vuelve monónoto y poco creativo? Aquí buscando en el estado del arte, encontramos a Winnicot que dice “vivir en forma creadora es un estado saludable. Nunca está de más explorar nuevas cosas, incluir juguetitos, role playing, lencería erótica y kamasutra para lograr un garche suficientemente bueno”.

¿Se le debe cobrar la sesión al paciente con quien acaba de tener relaciones? La respuesta a esta cuestión es muy sencilla: Sí. Por varias razones; es bien sabido que luego de intimar con un paciente si uno no cobra la sesión la representación psíquica de la misma perdería todo su valor terapéutico. El paciente consideraría que fue un mero garche y no un polvo psíquico. (Nota: Eso sí, como con cualquier buena puta, nada de besos en la boca.)

Entonces, nos damos cuenta de que a pesar de la mala fama que tiene la práctica de una terapia más “íntima”, podemos sacarnos unos cuantos prejuicios de encima… Es claro: si después de todo partimos de un sujeto de deseo escindido… ¿Por qué alarmarse por desear partirlo al medio?

lunes, 13 de octubre de 2008

¡Alerta estudiantes!: Preocupante nivel de judíos en la facultad

Por el Facho Fachero
Debe ser de nuestro conocimiento común que en la UBA, específicamente en la facultad de psicología, la cifra de judíos estudiantes ha aumentado considerablemente estos últimos años. Sin duda esto no es sino otro intento más de éstos “banqueros chupasangre” para apoderarse de los espacios públicos de la gente de bien, como son las facultades públicas nacionales. Citando a “Los Protocolos de los Sabios de Sion”, obra esencial en cualquier biblioteca medianamente respetable, “La corporación sionista mundial desintegra los espacios públicos primero, para fomentar la migración hacia instituciones privadas, controladas por su capital internacional, y envenenadas por sus perversos principios ideológicos”.
Estos seres, evolutivamente emparentados con los roedores, se reproducen sin freno. Si no cesa esta colonización sionista, el día de mañana veremos judíos hasta en la sopa. No nos sorprendamos tampoco, si en un futuro no muy lejano, buscan la bipartición institucional de la universidad, en una sede no judía y en otra judía (La sede Independencia podría pasar a llamarse, “Independencia de Israel”)
“Ya sé que hay que ser tolerantes y todo eso, pero ayer me entero de que mi profe de psicométricas es judío… ¡Estoy indignada! Me gustaría poder hacer algo, pero como el jefe de cátedra también es judío no sé que hacer… ¡solo falta que me digan que Freud era judío!...” dijo María Esthela Fuhrerstein, estudiante de tercer año.

Hay que tener cuidado con esta invasión hebraizante, porque podría acarrear consecuencias lamentables para todos:

· Cambio en el logo de la facultad: de la Psi a una estrella de David.
· Clases dictadas en idish o hebreo, y seminarios optativos (pagos) para aprender esos idiomas.
· Prohibición de la venta de bondiola en los pasillos por contener carne porcina. Asimismo, abolición del los sánguiches de jamón y queso, y sustitución por knishes de papa o pletzalej de pastrón.
· Circuncisiones en prácticos de Freud para explicar la castración (implicaría aún menos hombres en la facultad).
· Secuestro y asesinato de estudiantes católicos para ritos místicos de Pesaj y Rosh Hashaná.
· Agregado de materias obligatorias (todas con cátedra única: Lic. Adonai) al plan académico: “Freud, judío”, “Recetas de la bobe”, “Inhibición, síntoma y angustia: efectos de la idishe mame sobre el sujeto” y seminarios optativos de posgrado: “Los moishes psicóticos” y “Psicología del Goi”.

La evidencia está al alcance de todos… Si no nos organizamos y decimos basta, lo lamentaremos: ¡Miren sino lo que hicieron con sus bancos en todo el mundo!
Compañeros: para que no pasemos de ser la colectividad estudiantil a “la cole”, gritemos todos juntos: ¡Fuera judíos, ya!

domingo, 12 de octubre de 2008

Anagrama para ÑOÑOS 2

Y sí... volvemos con los fáciles... ¡ahí se ven ÑOÑOS!

martes, 7 de octubre de 2008

Preocupación Tangente: El bajo número de carteles hace que peligre la universidad pública.

Por el Zurdito Zarpado

Los cerdos capitalistas avanzan, están en todos lados, donde menos uno se lo espera: en la calle, en el subte y sobre todo en la conciencia de los estudiantes de psicología. Hay que extirpar esa ideología capitalista, ese pequeño Bush dentro que hace que compren Clarín, que voten a Macri y que no se unan a la lucha contra el proletariado.
Y los camaradas se preguntarán ¿cómo hacemos? ¿servirá una barricada? ¿acaso tomando la facultad? ¿y si plantamos una bomba? No. La solución es mucho más sencilla, esta es una guerra ideológica y la manera son los carteles. Todos saben que hay demasiado pocos carteles en la facultad, los alumnos los ignoran y hasta los destruyen (y muy pocos son renovados). Por eso hay que actuar AHORA, si no hacemos algo pronto la universidad será arancelada, los políticos robarán más plata, se reemplazarán las clases de marxismo por las de economía burguesa y el locro por las hamburguesas.
Propongo elevar el número de carteles a 25 per cápita. Sí, leyeron bien, veinticinco carteles por estudiante en promedio resultarían ineludibles por las mentes capitalistas confundidas y fomentarían la lucha armada hacia el camino del comunismo.

Y vos que estás leyendo… ¿Qué tenés en contra de los carteles? ¿Te despeinan? ¿Sos muy alto y te hacen agachar? ¿Te contaminan la visual? ¿Acaso no ves por la calle una infinidad de carteles y backlights con publicidad que te lava el cerebro? ¿Qué? ¿Esos te gustan y los de la facultad no? ¿Preferís un cartel de McDonalds a uno de Slapak ridiculizada? (Uy, me acabo de dar cuenta de que Slapak y Ronald McDonald se parecen ¿no? Le voy a avisar a la dirigencia del partido...) ¿No te das cuenta de que sin carteles que griten por nuestra lucha se van a ver las paredes despintadas y descascaradas? ¿No te das cuenta de que sin carteles no hay manera de concientizarte si nos echás del aula cada vez que te venimos a hablar? ¿No te das cuenta de que gracias a gente como vos el mundo tiene cada vez más pobres? Burgués egoísta, ¿no te das cuenta de que te da más bronca tener que comprar algo en el kiosco porque te faltan monedas para el bondi que ver a un nene de 6 años comiendo de la basura?
Espero verte moqueando cuando caiga Wall Street. Cuando, como dice Leo Masliah, esté antiimperialisto el pollo. Porque todo el mundo se define: unos marx, otros menox…