"La aromaterapia es parte fundamental de la psicología" reza el Doctor Olerosa al iniciar sus conferencias en el extranjero. Y aunque esta nueva rama de las terapias alternativas no tiene actualmente el reconocimiento que merece, se espera que en los próximos años su “esencia” se haga sentir en las más importantes universidades del mundo.
Olerosa explica "Muchos creen que la aromaterapia consiste sólo en prender sahumerios, pero pecan de ignorancia. En realidad es mucho más que eso: preparar un ambiente, airearlo, ubicar el sahumerio adecuadamente y, finalmente, prenderlo ¡y en el orden exacto! Saben, han ocurrido catástrofes por psicoaromoterapistas novatos que no iniciaron el tratamiento con el aroma adecuado... muchos juicios de mala praxis... en fin, chantas que hacen un mal nombre a la aromaterapia". El caso Keagan, también conocido como "narices sangrantes", hizo perder credibilidad a la aromaterapia en la década del 70. Murphy Keagan, practicante neófito, calculó erróneamente las dosis y provocó la sobrearomatización y muerte de tres pacientes en un mismo mes. Costó mucho a la aromaterapia recuperarse de semejante desliz. "Hoy en día la investigación y las pautas de seguridad han mejorado mucho. El índice de mortandad por aromas se mantiene por debajo el 40% de los casos" Tranquiliza Olerosa.
Un poco de historia:
La terapia en base al aroma tiene sus fundamentos en las milenarias ciencias de los monjes bolchevistas que mediante el uso de fragancias psicotrópicas alcanzaban el estado de revolución bolivariana. Científicos modernos descubrieron los verdaderos componentes de las fragancias que utilizaban, y resultó que éstas consistían fundamentalmente en una mezcla más o menos homogénea de opio y bosta de ñandú. Algunas sectas Bolches, todavía practican en la actualidad algunos ritos paganos de aquellas remotas épocas.
"La aromaterapia sufrió un vuelco de 360 grados en el siglo X con la invención del alambique” relata el Doctor Olerosa con voz potente y penetrante, “pues con él, no solo se encontró una manera de destilar fragancias, sino también de destilar alcohol. Es decir, irónicamente, a partir de entonces, la gente se podía poner en pedo, y oler divinamente al mismo tiempo”
“Tampoco podemos dejar de lado el almizcle, base fundamental de cualquier buen perfume. El almizcle es esencialmente un desecho, y literalmente orín de ciervo. Ideal para fijar los olores, el almizcle es también recomendado por algunos aromaterapeutas como tónico revitalizante, como gel para potenciar el crecimiento del cabello, o como cura contra algunos tipos recidivantes de gigantitis testicular”.
Actualmente, la aromaterapia ha crecido enormemente tomando prestados conceptos de otras disciplinas para reinventarlos al abrigo de sus perfumes. Recientemente los avances de esta ciencia en el campo de la salud mental derivaron en la creación de gabinetes olorodiagnóstico-terapéuticos en numerosos hospitales de Zona Sur. "Mediante la toma y apreciación de las fragancias emanadas a través de los poros de la epidermis de los internos se puede determinar la causa etiopática del trastorno y su correspondiente tratamiento por seguir". El mismo Doctor Olerosa, luego de meter narices en un frasco muestrario, dictamina: "Se trata aquí indudablemente de una mujer que está preparada para una agresión sexual o de un hombre eunuco de una homosexualidad reprimida hiperintensa. Es imperioso que se comience cuanto antes un tratamiento de dos horas semanales de esencias de jazmín por las mañanas y cochinchillas de tilo a las nueve de la noche. Que vuelva a la consulta en tres meses para un seguimiento."
Para alegría de muchos pacientes que buscan solución a su padecer y enfurecimiento de médicos y psicoanalistas escépticos que pierden terreno, la aromaterapia llegó para quedarse. "Aunque todavía esta disciplina sea resistida y considerada pseudo-ciencia los próximos avances sólo confirmarán lo que hemos venido diciendo. El olor de la ajena fama, al envidioso atafaga" concluye Olerosa.