lunes, 26 de octubre de 2009

Lacan y Doña Rosa


Lacan y Doña Rosa

Por el Lic. Gabriel Rollonga

Intentaremos dar cuenta del cruce de dos discursos que, para bien o para mal, tienen enorme efecto en nuestra vida cotidiana y en nuestra manera de pensar y actuar sobre el amor.

Como bien sabemos, Lacan formuló con una famosa y controvertida frase que “La mujer no existe”. Es decir, que la mujer como categoría absoluta, que una esencia de la feminidad, una identidad femenina universal, sencillamente no existe. “La mujer no existe, la mujer es el sueño de un hombre. Hay mujeres.” dice Lacan. Lo cual implica no sólo que no hay una mujer ideal, que no hay un arquetipo de mujer, sino que además, dado que el Falo es el significante que estructura la posición subjetiva (y es propiamente masculino), no hay un significante que soporte la pregunta sobre la mujer, que de respuesta sobre lo femenino.

Pues bien, queremos mostrar cómo esta problematización se agudiza en el campo del amor heterosexual a partir de otra frase no menos famosa y controvertida: “Ya no hay hombres”, como diría Doña Rosa (o Doña Clota). Es decir, en los tiempos actuales, no existen los hombres “de antes”, caballeros, románticos, guapos, responsables, con los títulos en el bolsillo…

Entonces, tomemos las implicancias de estas dos sentencias, suponiéndoles un valor de verdad: si la mujer no existe y ya no hay hombres, ¿qué será de la humanidad? ¿Acaso nos encontraremos en vías de una ineludible extinción? Si el sujeto mengua, ¿qué pasa con la lengua? ¿Reinarán los insectos? ¿Llegará el día en que las cucarachas nos paguen de vuelta con su pisotón fatal? !¿Podría ser todo esto otra cosa más que la maquiavélica conspiración que las cucarachas urden en nuestra contra?!¿Deberíamos de correr a lo de los chinos a comprar RAID? ¡No!, tranquilidad, evitemos que las divergencias paranoicas nos desvíen de nuestra cuestión fundamental (de las cucarachas nos ocuparemos luego, malditas).

Más aún, si ni el hombre ni la mujer existen, entonces el conocido enunciado “La sexualidad humana no existe” toma una significación más clara. Entonces: ¿qué es aquello que realmente hacen los sujetos cuando suponen que están teniendo relaciones sexuales? Ciertamente no es el amor lo que hacen, por que el amor, como también dejó bien sentado en algún lado Lacan, tampoco existe. El deseo, podrían pensar algunos, es la solución mágica ante éste callejón sin salida. Pero el deseo es el deseo del Otro, y si ni el hombre ni la mujer existen, ni tampoco la relación sexual entre ellos, entonces ¡¿De qué deseo del demonio estamos hablando?! (estas cucarachas ya deben de estar comenzando su complot mundial y afectando con sus antenas nuestro juicio y razón, malditas).

Arribamos, por ésta vía regia, a la inevitable conclusión, de que no existe la mujer, ni el hombre, ni el sexo, ni el amor, ni por ende, el deseo. ¿Existiremos también nosotros? (¿donde habré dejado mi alpargata? ¿O se habrán hecho resistentes también a los zapatazos?) ¿Existirá la existencia del existir? ¿Existirán las maléficas cucarachas que traman nuestra aniquilación? Quizás aún más fácil, y tranquilizador, y productivo, que esta vana interrogación existencial, sería considerar que aquél que nunca existió fue el mismísimo Lacan, y sin darle mucha más importancia a sus desquiciados enunciados, así como ignoraríamos los dicharachos seniles de una doña Rosa (o doña Clota), nos dedicáramos simplemente a seguir amando, deseando y fornicando hasta la muerte. Sí... tranquilizadores pensamientos, estaríamos todos felices y contentos, en paz... en la amada paz... claro, todo esto sería posible si no existiese esa maldita conspiración de las cucarachas -responsables del derribo de las torres gemelas- y van por más señoras y señores, se acercan días negros, días alados, días antenudos: las evidencias están por todas partes, los temblores están comenzando…

5 comentarios:

zaza dijo...

¿¿¿Tu vieja existe???

uh. no somos nada. qué ronga.

zaza dijo...

che, la prox. avisen si el artículo contiene ideas o expresiones no aptas para gente impresionable...
Ahora me sugestioné con las cucas... y sufro de solo pensar en ellas...


pd: la idea del diminutivo me lo brindó J.A con sus falitas... Gracias por la musiña!

Juan Adolfo Viena dijo...

En este enlace:

http://venganzaporcina.blogspot.com/2009/10/que-chiquito-es-el-mundito.html

La erudita zazita nos da una leccioncita sobrecito el usito de diminutivitos

Impredible!
JA Viena

Unknown dijo...

Estimado licenciado rollonga: deje la falopa.
Pd: urgentemente!!!!
Atte dr.segismundo

marianela dijo...

jajajjaa muy muy graciosoo!!! jaja muy bueno ;)
pero lacan existio!!! o no?? mmm mm Seee .. y despus de muerto esta mas vivo q nunca.... no hay con q darle jajaja. Bss.