-para leerse por lo bajo-
Joven aventurero del Inconsciente: ¿Cuánto sabes de los profundos misterios que se encarnan en los hondos corredores facultad de psicología? ¿has notado que aumentó curiosamente el nivel de l@s profesor@s de la cátedra psicopatología? -Y con nivel me refiero a que cada año escogen profesor@s más apuest@s y dotad@s para dar los prácticos.- ¿No te parece esto un tanto extraño?
Indagando los anaqueles de las bibliotecas de sabios psicólogos, encontramos que prominentes estadistas lo atribuyen a una mera casualidad que las bondades sexostéticas esten aumentando; pero ciertas esquizo-voces cogitabundas hablan de un malvado plan altamente premeditado en los claustros del castillo del maquiavélico Amo Schejtman.
Tampoco podemos descartar la posibilidad, de que todo esto no sea otra cosa más que un mero designio divino de God-oy. Pero profundicemos en nuestras elucubraciones:
Un profesor secuaz del alto reich de la cátedra de psicopatología reveló, bajo los efectos hipnóticos de un pebete del CEP, que la erotización de los vínculos sociales, en un contexto académico, potencia y refuerza la capacidad de concentración en clase y la facultad mnésica.
¿Acaso podría ser ésta selección de profesor@s, bendecidas por la madre genética con potentes atributos físicos de seducción, otra cosa que una medida tomada para debilitar la moral epistémica de los alumnos?
Carla, una compañera, decía: “Mi profesor de psicopato está cada día mejor... Del del práctico hablo. Es un bomboncito. Cuando enseña Schreber siento voluptuosidades…”
Se rumorea, además, que l@s profesor@s realizan sutiles movimientos eróticos tales como resaltar su zona genital con las manos en los bolsillos, sonreír sensualmente cuando dicen “Lacan”, y mirar fijo al alumno que hace una pregunta, promoviendo fantasías eróticas.
Por su parte, Godoy negó todo compromiso con el fenómeno: “Nosotros le damos mucha importancia al significante, sobre todo al nombre-del-padre. No nos jodan con boludeces imaginarias.” Sin embargo, más tarde se lo vio agarrado de dos partenaires después del teórico (una de ellas Dorita, la nieta de Slapak).
Como resultado de una exploración furtiva a la mazmorra de Schejtman, encontramos bajo llave un antiguo papiro que ilumina definitivamente la cuestión: "La transferencia libidinal es un conocimiento esotérico transmitido desde hace años a las generaciones de psicoalienadores universitarios. También llamado el Santo Grial del psicoanálisis, fue descubierto por Breuer accidentalmente en 1863, y éste a su vez se lo pasó a Freud y así sucesivamente. -Es por eso que Freud durante sus clases jugaba eróticamente con su pipa y Lacán usaba "perfume francés" y pantalones ajustados en sus seminarios.- La ecuación que opera es la siguiente: Me quiero cojer a mi profesor/a. Ergo, me quiero cojer lo que enseña (y lo que ama), Conclusión: Me quiero cojer a Lacán (y si es posible también a Freud y a Schejtman). Tan simple y tan poderoso".
La nueva política de la cátedra planea, a decir verdad, una explosión libidinal en la próxima fiesta anual que brinda su majestad: a diferencia de años precedentes, se implementarán shows de strippers, la venta y alquiler de bebidas espirituosas, y habrá perversos invitados. “Sí, es cierto (…) Queremos asegurarnos de que haya gente de las tres estructuras en la fiesta.” habría dicho Amo Schejtman en una reunión de cátedra.
Ahora que lamentablemente nuestra sabiduría sobre el tema excede nuestra capacidad de desconocer el fenómeno, nos preguntamos ¿Será entonces motivo de preocupación este develamiento? Me parece que la respuesta queda expresada en las palabras de Carlita mientras salía de su clase con mariposas en el estómago: "Es tan lindo cursar ahora...".
Indagando los anaqueles de las bibliotecas de sabios psicólogos, encontramos que prominentes estadistas lo atribuyen a una mera casualidad que las bondades sexostéticas esten aumentando; pero ciertas esquizo-voces cogitabundas hablan de un malvado plan altamente premeditado en los claustros del castillo del maquiavélico Amo Schejtman.
Tampoco podemos descartar la posibilidad, de que todo esto no sea otra cosa más que un mero designio divino de God-oy. Pero profundicemos en nuestras elucubraciones:
Un profesor secuaz del alto reich de la cátedra de psicopatología reveló, bajo los efectos hipnóticos de un pebete del CEP, que la erotización de los vínculos sociales, en un contexto académico, potencia y refuerza la capacidad de concentración en clase y la facultad mnésica.
¿Acaso podría ser ésta selección de profesor@s, bendecidas por la madre genética con potentes atributos físicos de seducción, otra cosa que una medida tomada para debilitar la moral epistémica de los alumnos?
Carla, una compañera, decía: “Mi profesor de psicopato está cada día mejor... Del del práctico hablo. Es un bomboncito. Cuando enseña Schreber siento voluptuosidades…”
Se rumorea, además, que l@s profesor@s realizan sutiles movimientos eróticos tales como resaltar su zona genital con las manos en los bolsillos, sonreír sensualmente cuando dicen “Lacan”, y mirar fijo al alumno que hace una pregunta, promoviendo fantasías eróticas.
Por su parte, Godoy negó todo compromiso con el fenómeno: “Nosotros le damos mucha importancia al significante, sobre todo al nombre-del-padre. No nos jodan con boludeces imaginarias.” Sin embargo, más tarde se lo vio agarrado de dos partenaires después del teórico (una de ellas Dorita, la nieta de Slapak).
Como resultado de una exploración furtiva a la mazmorra de Schejtman, encontramos bajo llave un antiguo papiro que ilumina definitivamente la cuestión: "La transferencia libidinal es un conocimiento esotérico transmitido desde hace años a las generaciones de psicoalienadores universitarios. También llamado el Santo Grial del psicoanálisis, fue descubierto por Breuer accidentalmente en 1863, y éste a su vez se lo pasó a Freud y así sucesivamente. -Es por eso que Freud durante sus clases jugaba eróticamente con su pipa y Lacán usaba "perfume francés" y pantalones ajustados en sus seminarios.- La ecuación que opera es la siguiente: Me quiero cojer a mi profesor/a. Ergo, me quiero cojer lo que enseña (y lo que ama), Conclusión: Me quiero cojer a Lacán (y si es posible también a Freud y a Schejtman). Tan simple y tan poderoso".
La nueva política de la cátedra planea, a decir verdad, una explosión libidinal en la próxima fiesta anual que brinda su majestad: a diferencia de años precedentes, se implementarán shows de strippers, la venta y alquiler de bebidas espirituosas, y habrá perversos invitados. “Sí, es cierto (…) Queremos asegurarnos de que haya gente de las tres estructuras en la fiesta.” habría dicho Amo Schejtman en una reunión de cátedra.
Ahora que lamentablemente nuestra sabiduría sobre el tema excede nuestra capacidad de desconocer el fenómeno, nos preguntamos ¿Será entonces motivo de preocupación este develamiento? Me parece que la respuesta queda expresada en las palabras de Carlita mientras salía de su clase con mariposas en el estómago: "Es tan lindo cursar ahora...".
6 comentarios:
Es genial esta nota!
toda, pero toda la razon! jaja
besos
Estoy enamorada de mi profesora de psicopato, pero no me da pelota... q puedo hacer juan adolfo? ayuda!!
Podrian hacer lo mismo en Grupos Romero...(es todo lo que voy a decir)
que fallido por Dio´la catedra es Percia!!!!
Aguante Ana María Fernández! la mejor cátedra...
jaja!! Acabo de encontrar este blog y me sigo riendo. Es verdad! Schejtman les hace casting. Mi profe de prácticos fue la más linda de toda la carrera y con la mejor onda. Lástima que cuando cursé sacaron la fiesta, me hubiera encantado verla fuera de clases... :(
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